sábado, setiembre 12, 2009

El autogol más grande del árbitro Buckley



El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas. Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.

Mateo 12,35-36

Hace 12 años, Georges Buckley era un joven como tú y como yo, lleno de energía, con muchos sueños, con grandes anhelos de superación y, también, con muchas tentaciones a su alrededor. El muchacho había viajado a Chile donde cursaba su etapa universitaria y quizás en alguna fiesta, quizás con el frenesí de algún fin de ciclo o en medio de una celebración académica, sucumbió a la marihuana. Buckley dejó abierta una enorme puerta al consumo de esta droga contaminando no sólo su carrera de Ingeniería Comercial, sino -mucho tiempo después- su promisoria trayectoria de árbitro FIFA.

El réferi peruano ahora es conocido por su bochornosa detención en Chile, país a donde regresó para arbitrar un encuentro por la Copa Sudamericana entre los equipos de Unión Española y la Equidad. Georges Buckley tenía una situación pendiente desde 1997 con la Justicia chilena por consumo de marihuana, por lo que luego de ser detenido fue puesto a disposición del X Juzgado del Crimen de Santiago. Si bien horas más tarde fue liberado, los jueces "lo invitaron" a abandonar territorio chileno. No tardó mucho para que la noticia dé la vuelta al mundo y empiecen las especulaciones acerca de que si Buckley seguía “fumando porros”, consumía cocaína o, en el mejor de los casos, ya habría dejado las drogas. Lo más lamentable es que Buckley ha sido considerado por la FIFA como el árbitro peruano con mayor proyección internacional. Sin embargo su coqueteo juvenil con la marihuana puede, literalmente, hacer humo su auspicioso futuro deportivo.

Irremediablemente nuestros pecados, por más pequeños que parezcan y lejanos en el tiempo que se encuentren, algún día nos alcanzarán para pasarnos factura. Le sucedió al rey David cuando quiso ocultar a toda costa su adulterio y posterior autoría intelectual en el asesinato de Urías eteo, un soldado de su ejército y esposo de Betsabé, la mujer que había tomado ciego de lujuria. Había pasado un año desde que el otrora aguerrido pastor que derrotó a Goliat, había tenido un "choque y fuga" con Betsabé y al parecer todo había quedado olvidado. Sin embargo todo lo que David habìa hecho fue deplorable a los ojos de Dios y tuvo gravísimas consecuencias.

Nuestras metidas de pata acarrean muchos problemas, a pesar que lleguen 12 años después como ocurrió con el árbitro Buckley. ¿Habrá valido la pena esos momentos de “extasis” y de extrema elevación?, ¿Sacó algún provecho el árbitro FIFA de su antiguo amorío con la hierba? Sin duda alguna lo único que obtuvo fue vergüenza y desazón no sólo para él sino para quienes lo estiman, confiaban en él y para quienes lo rodean.

Por ello es tan importante cuidarnos de no hacer lo desagradable para Dios ya que cada error es un autogol en nuestro propio arco. Antes de caer en la tentación, antes de dejarnos llevar por nuestras propias emociones o sentimientos, pidámosle fuerzas a Jesús para detenernos y ver claramente que si caemos, no sólo vendrán graves consecuencias. Lo peor de todo es que desperdiciaremos enormes bendiciones que estaban a punto de llegar a ti. "Te habría añadido mucho más (sino hubieras pecado)", le dijo el Señor a David cuando le descubrió su iniquidad. No permitamos que la vergüenza llegue a nuetras vidas ni dejemos escapar los regalos que Jesús tiene para nosotros, por cinco minutos de falso placer.

¡Anhelamos tenerte en nuestros servicios y abrazarte personalmente!
Dios te bendiga

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